miércoles, 29 de febrero de 2012

Al que apodan el loco


Se nos va Febrerillo, al que apodan el loco. Loco quizás porque es por Febrero cuando sube la fiebre por el carnaval. O puede que sea por aquello de tener menos días que los demás meses. Pero la cosa es que el apodo se le ha quedado, y yo creo que le sienta bien.

A mí me gusta Febrero, y no solo porque sea el mes en el que hace ya 22 años nací, sino porque es también muchas veces cuando empieza a oler a primavera, aunque aún no sea época, y es el mes que se llena de color y alegría con los disfraces y coplillas de la fiesta de mi tierra.

Es además en Febrero cuando celebramos el día de Andalucía y es este mes el que marca si el año es o no bisiesto. Como este año 2012, en el que Febrero viene con 29 días.

Yo no sé qué tendrá Febrero que le llaman el loco. Pero una cosa es bien cierta. Ni Marzo con la primavera, ni Junio con el verano ni Diciembre con las fiestas… Yo me quedo con Febrero, que es el que me trae la alegría de mi tierra.

Feliz Carnaval, Feliz Día de Andalucía y Feliz año bisiesto!

lunes, 27 de febrero de 2012

Un día completito

Hoy ha sido un día completito. Aunque la intención era haberme levantado a las ocho, el sueño y lo bien que se está en la cama me han podido y no ha sido hasta las nueve que he conseguido despegarme las sábanas.

Ya por fin vencida la pereza, he metido al estómago un par de tostadas y he puesto los pies en la calle, en dirección al Centro de exhibiciones de Earls Court, donde estaban "celebrando" el Hyper Japan de este año.

Como ya habréis averiguado por el nombre, este evento trata sobre todo lo relacionado con japón, y yo, que me declaro una enamorada de la cultura nipona, no podía perdérmelo. Tienen su parte de manga y anime, otra de videojuegos, otra sobre la cultra en sí (la que a mí más me interesaba) y también hay cabida para, como no, la gastronomía. Era pasar por la zona de los stands de comida y hacerse la boca agua nada más que con ver y oler todo aquello. Por si a alguno os interesa y os gustaría asistir a próximas ediciones, os dejo la web oficial para que le echéis un vistazo: http://www.hyperjapan.co.uk/

En definitiva, he echado hoy un ratito bueno entre stands y ceremonias de té, desde alrededor de las 10 de la mañana hasta rondando las 2 y media de la tarde, que fue cuando decidí salir de allí.


Pasé por un Tesco y, aunque ya había comido, fue una de estas veces que dices: "a ver qué hay" y coincidió que habían debido de terminar de hacer hace no mucho algún tipo de pan porque fue entrar y se me vinieron a la mente esos bocadillos de chocolate que solía merendarme tarde sí y tarde también cuando era chica, y no tan chica pero ya más de tarde en tarde. Así que pensado y hecho, compré un bollito de pan, una tableta de chocolate y me fuí tan contenta de camino a la casa con los ingredientes para la merienda que más he disfrutado en mucho tiempo.

Una vez de vuelta, a eso de las tres y media de la tarde, compuse mi bocadillo y lo envolví bien para poder llevármelo allá a donde me tocara ir y poder merendármelo más tarde. Subí a la habitación, encendí el ordenador y me dispuse a buscar mi siguiente destino, el cual encontré gracias a la web Londonist. En Trafalgar Square había un "Russian Festival", así que para allá que me fuí, a ver qué era eso del "Maslenitsa".

Allí metida, y aunque estuve solo unos minutos, me llevé más pisotones y empujones de los que me he llevado en mi vida. Ni cuando fuí a China Town a la celebración del año nuevo chino, que no se podía ni andar, me llevé tantos.

Del festival ruso no he hecho ninguna foto porque todo lo que había cuando yo he estado allí era gente comiendo y bebiendo, y, como he dicho, no me quedé mucho tiempo, así que ya que después me pasé por China Town, le voy a echar cara al asunto y voy a meter aquí algunas fotos de las que hice cuando el año nuevo chino :P







Por cierto, también me encontré con un huevo de esos de pascua que han repartido por Londres! El fin de semana que viene, pienso irme, cámara en mano, en busca de todos los que pueda encontrar.

¿Véis? Lo que yo diga, japón, rusia y china; todo esto en inglaterra, y yo que soy española... Con huevo gigante de por medio... Y todo en un solo día. Ahora entendéis el título, no? ;)

Un saludo!

jueves, 9 de febrero de 2012

Nieve

Como ya sabéis, y los que no lo sepáis, ya os lo cuento yo, nací en el sur de España, y allí es donde he vivido toda mi vida hasta que el 8 de junio de 2011 me monté en un avión y me planté en Londres.

Viviendo al lado de la playa y en un sitio en el que normalmente hace más calor que frío, la nieve, como os imaginaréis, es eso blanco que sale en las películas. Así que cuando me vine para Londres y decidí que me quedaría más que los tres meses que en principio me iba a quedar, una de las cosas que pensé fue: “¡Voy a ver nevar!”















Llegó Noviembre y el frío… Pero no nevó. Diciembre prometía cuando aquella mañana nos levantamos y vimos hielo en el suelo, pero ni con esas.















En navidades me fui a mi tierra pensando: “A la vuelta me encontraré con que está todo nevado” Pero cuando volví, pude ver todo Londres desde el avión, pero ni signo de nieve (el cielo totalmente despejado que me dejaba ver todo Londres desde las alturas ya me daba una pista).

Enero vino y se fue sin rastro de esa cosa blanca que parecía que no iba a dignarse a aparecer, pero cuando parecía que Febrero iba a seguir sin bajarse del burro, empezó a hacer cada vez más frío y la nieve me sorprendió en High Street Kensington el sábado pasado.


Salí de la estación de metro después de media hora metida bajo tierra, y, además de haberse echo de noche, me encontré con la sorpresa de que había empezado a nevar.



Mi primera impresión fue “¿Esto qué es?”, para a renglón seguido pasar por mi mente “¿Qué tienda tiene puesto un cañón de nieve falsa?” Al segundo me dí cuenta: “Otias! Que está nevando!” Del tirón eché mano al móvil y escribí a mi familia, allí en España, en mi tierra, donde nunca nieva, que estaba andando por la calle mientras nevaba. La cosa es que aún no terminaba de creérmelo. Pensé que en un momento pararía, y que se quedaría en una simple anécdota.


 



Me fui a casa ya de recogida, vía metro, y pensando: “para cuando salga del metro ya habrá parado” Pero a la altura de “Barons Court” (que es cuando el Underground deja de hacer honor a su nombre) me dió por asomarme a la ventana y me encontré con que, lejos de parar de nevar, había seguido e incluso se había asentado, con lo que se veía un fino manto blanco en las zonas del andén que no estaban techadas.



 




Cuando por fín llegué a la casa, con los pies helados e intentando no resbalarme en la nieve, abrí la puerta para encontrarme con la niña chica gritando “It’s snowing!!!!!!!!!!!! Finally!!!!!!!!!!!” Llevaba dos meses y medio diciendo que no nevaba por que yo estaba aquí y me había traído “el sol de España” para Londres.

 Ese día me quedé hasta las tantas mirando como una boba por la ventana y haciendo fotos.

 














Incluso hice un intento de muñeco de nieve con lo que llegaba a alcanzar desde la ventana de mi habitación.



Al día siguiente me levanté temprano (a las 6 y media), me duché a toda bulla (creo que batí récords) y me bajé corriendo a echar un vistazo al jardín de la casa, cámara en mano, antes de que las niñas pisaran la nieve y la dejaran toda marcada de huellas.





Acto seguido, desayuné, me planté mis “wellington boots” (las botas de agua de toda la vida) y me fui a la calle, sin haberme despegado aún de la cámara, en dirección a la estación de metro hasta llegar a Hyde Park. Me tiré allí toda la mañana entre nieve y más nieve, con algún que otro muñeco que alguien había estado construyendo.




















 

Llegué a Kensington Gardens y allí di por terminado mi paseo por el parque, así que me fui a la estación de metro más cercana para irme a fotografiar Big Ben, London Eye y lo que se terciara por la zona.



 






















Cuando llegué allí me esperaba la zona con un poco más de nieve, pero se conoce que los turistas no perdonamos, y que las máquinas y palas quita nieve tampoco, así que no quedaba mucho. Hice alguna que otra foto al London Eye y al Big Ben ya que estaba allí y seguí mi camino en dirección a la Abadía de Westminster, rodeando la torre del reloj y Houses of Parliment. Le di toda la vuelta al edificio, y a la espalda del mismo me esperaba un pequeño parquecito que recorría parte de la ribera del río. Era la primera vez que lo veía, y me encantó. Ni un turista por allí (excepto esta que les escribe) y la nieve, aunque pisada, aún se mantenía cubriendo el suelo, no como en la calle.





 

Seguí dando la vuelta, pasando por el puente de Lambeth y llegando, de nuevo, hasta justo enfrente del Big Ben, donde decidí que, ya que me quedaban aún varias horas de luz, me daba aún tiempo a pasarme a ver la zona de la Torre de  Londres, así que metro otra vez y hasta Tower Hill.




De nuevo el mismo tema con la nieve. Ya toda casi derretida por tantas pisadas, pero bueno, aún había algunos vestigios.

Y de allí, a casa, pasando antes por St. Katharine Docks y fin del paseo.
 
 
Para cuando llegué, tenía un dolor de cabeza y un frío que para mí se quedó y me fui directa a dormir aunque eran las 7 de la tarde (será que me estoy acostumbrando al horario inglés?... nah!). Pero a mí que me quiten lo bailao, que se dice. El día tan bueno que pasé, disfrutando de la nieve como una enana compensa el mal cuerpo y el frío con creces.

Ahora miro por la venta y veo en el jardín los restos de la nieve, que aún se resiste a derretirse, pero que ya no durará mucho. Dicen que en lo que queda de mes es muy poco probable que vuelva a nevar, y en marzo ya, lo que tocará será que llegue la primavera. Pero yo he visto la nieve, y aunque no haya sido mucha, la he disfrutado como una cría. Además, a tan solo dos días después de mi cumpleaños, se me antojó como un guiño a esa fecha. Ya sé que fue tan solo coincidencia, pero… ¿Y si no?

Un saludo!