martes, 19 de diciembre de 2017

Aprendí

Aprendí.

Aprendí a que, "a llorar a tu cuarto". A que "que fea estás cuando lloras". A que "si lloras, no quiero saber nada, cuando te calmes, entonces vienes". A que "llora, llora, que cuanto más llores, menos meas". Y a que "de tu cuarto no salgas". Y aprendí que "Jaja, mira! Está llorando!"

Aprendí a que si lloro no se me quiere ver. A que para llorar hay que irse al cuarto. A que si se te oye llorar, molestas. A que si lloras, se mofan. Aprendí que "suficiente tengo con lo que tengo como para añadir tus problemas"

Aprendí a llorar en silencio y no dejarme ver.

Y no se me oye. Y no me ven. Y pregunta quién me ha visto llorar, porque ni los dedos de una mano.

Así que si algún día llego a llorar delante tuya, o es que confío en ti lo suficiente, o es ya no puedo más.

Y ya no puedo más.

martes, 13 de junio de 2017

Lo único

Lo peor de echar de menos, es saber que la otra persona no quiere.

Saber que solo tú echas de menos.

Saber que solo tú darías un paso. Que solo tú agacharías la cabeza y empezarías de cero... Y saber que si dieras ese paso, solo encontrarías rechazo...

Lo peor de echar de menos es saber que no habrá forma de volver a echar de más.

Saber que no te hacía falta más que esa persona... Pero que tú no eras suficiente para él.


Pero yo no necesito tener de todo.

Me parecería absurdo basar mi vida en ansiar todo a mis pies.

Hay veces que la vida pone obstáculos. Solo hay que aprender a apoyarse en quien te quiere para saltarlos lo mejor que se pueda.

Hay quien prefiere tener dinero, o ser mejor que nadie o tener la vida fácil... Pero para mi, eso es lo de menos...

No busco tener ni que tenga un trabajo de altura, ni digno, ni importante... No busco una vida dada y sin dificultades...

Solo quiero que me quieran. Solo quiero ser feliz.

Así de simple.

Tener a mi lado a alguien que me quiera. Que quiera estar conmigo. Que me demuestre que está ahí. Que no me de la espalda en las malas. Que me abrace y no me suelte cuando me vea mal y me diga que seguirá ahí pase lo que pase... Que si se equivoca, rectifique sin miedo. Y que si me equivoco, acepte que todos erramos alguna vez.

Y que ría conmigo en las buenas. Y que sepa que yo estaré ahí siempre que me necesite y que acuda a mi...

Lo único que pido es alguien que me haga sentir que merezco la pena.

domingo, 17 de julio de 2016

Distancia

Tienes a alguien a tu lado a quien quieras?
Alguien con quien procuras pasar todo el tiempo posible?
A quien besas cuando te apetece?
A quien abrazas cada vez que puedes?
A quien pasarías horas mirando y no te cansarías?

Bien. Piensa en esa persona.
Piensa en cómo te mira.
Como te sonríe.
Piensa en cuando te besa.
Cuando te abraza...

Ya lo tienes? Se siente bien, verdad? En ese momento, sientes que ya no te hace falta más. Que puedes con todo. Que podrías comerte el mundo.
Porque esa persona está ahí, a tu lado.

Le tienes en mente, verdad?

Bien


Pues ahora, dile adiós.
Pon una pantalla llena de letras de por medio.
Porque no le vas a volver a ver hasta no sabes cuándo.
Ni a tocarle
Ni a besarle
Ni a abrazarle.

Lo sientes? Sientes ese vacío?

Sí?

Vale

Ahora empezamos a entendernos.

lunes, 12 de enero de 2015

ESTE AÑO ME HA ENSEÑADO...

Que nada es “para siempre”.

Que quien hoy es un desconocido, mañana puede ser un amigo… Y quien es amigo, puede convertirse en desconocido.

Que los amigos vienen con fecha de caducidad.

Que segundas oportunidades pueden dar buenos resultados… Pero que dar una tercera o cuarta tras el mismo fallo, es de ser idiota.

Que quien no quiere cambiar, no lo hará.

Que quien tú pensabas que estaría ahí, no está… Y quien no esperabas que te respaldara, puede convertirse en tu mejor aliado.

Que cuando alguien pone punto y aparte a una conversación con un “paso”, es esa persona quien tiene el deber de retomarla… Si es que tiene un mínimo de interés en su interlocutor.

Que todo el mundo tiene un precio… Es solo que algunos se valoran más que otros.

Que cuando quieres, puedes.

Que no existe la falta de tiempo, sino la falta de interés. Porque cuando realmente se quiere, la madrugada se vuelve día, el martes se vuelve sábado y un momento se vuelve oportunidad.

Que dos no se pelean si uno no quiere… Pero que tampoco dos se arreglan si uno no está por la labor.

Que no hay mayor desprecio que no hacer aprecio.

Que 500 pueden convertirse en 1000… Y que cuando los has invertido y vuelto a recuperar, eso da fuerzas para seguir adelante construyendo un sueño que llevas mucho tiempo persiguiendo, sobre todo cuando ves que los números rojos empiezan a ser cosa del pasado. ¡Kaeru-chan seguirá creciendo! Esto solo acaba de empezar.

Que la mayoría de las veces, estás sola… Y que si no tiras tú “palante”, nadie lo va a hacer por ti.

Que quien algo quiere, algo le cuesta… Y que a veces el “algo le cuesta” parece pesar más en la balanza.

Que llega un momento en la vida en que tienes que elegir… Y que esas elecciones nunca van a ser fáciles y siempre acarrearán consecuencias que te disgusten.

Que un levante puede parecer llevarse por delante toda la esperanza que has puesto en un proyecto… pero que tras la tormenta siempre llega la calma, solo hay que ser paciente.

Que hasta el peor de los momentos puede traer consigo un resquicio de luz. Y que es en esos malos momentos en los que te das cuenta de quién realmente está a tu lado y quién no.

Que muchas veces quieres esconderte y llorar… Pero que si te paras a hacerlo, te quedarás atrás.

Que las oportunidades nos pasan volando por encima de la cabeza… Y solo aquellos que están continuamente saltando se topan con alguna de vez en cuando.

Que es mejor parar dos minutos a pensar… que parar luego dos horas para arreglar.

Que no damos a las cosas el valor que tienen. A veces, por sobrepasarnos… Otras, por quedarnos cortos.

Que quien no arriesga, no gana.

Que no todo es lo que parece, y que de los errores se aprende.

Que las cosas caen por su propio peso y que todo, al final, se termina sabiendo.

Y que el tiempo siempre pone a cada uno en su lugar.

Este 2014 ha sido un año en el que he aprendido mucho. Me he sorprendido. Me he reencontrado con quien pensaba que no volvería a ver. He reído hasta llorar. He llorado hasta agotarme. He ganado y perdido gente por el camino. He aprendido a valorar a quien me valora y a dar a cada uno la importancia que se merecen. Ahora sé que quien la sigue, la consigue. Y que quien desiste o ni lo intenta, nunca llegará a saber si lo hubiera logrado o no. Seguiré la norma de “si te caes dos veces, levántate tres”. Y cuidaré a quienes me han demostrado que puedo confiar en ellos. Porque la honestidad está muy infravalorada.

Todo esto que me ha enseñado el año que queda atrás, me servirá para entrar con buen pie en el año que asoma. Estoy segura.

Y para no olvidarme de todo lo aprendido, hay una frase que me ha acompañado durante todo este año y que se vendrá conmigo a darle la bienvenida al 2015:

<<Esa pequeña diferencia entre “Haz lo posible” y “Hazlo posible”>>

No voy a nombrar a nadie, cada quién sabe el papel que representa en mi vida.

Espero que este nuevo año os traiga a todos los buenos momentos que al 2014 no le dio tiempo de daros y os deseo a todos y cada uno de los que estáis leyendo esto, sin excepciones, un…

¡¡Feliz 2015!!

lunes, 8 de septiembre de 2014

Pensar

Es entonces cuando llega ese momento en el que me paro a pensar y me doy cuenta de que quizás estaba mejor antes.

Estaba sola, es verdad... Pero nadie me hacía daño.

No tenía quien se preocupara por mi, es verdad... pero tampoco había nadie que me dejara de lado.

No tenía con quién compartir mis alegrías... Pero tampoco quien hiciera oídos sordos a mis penas.

No tenía quien me hiciera compañía... Pero tampoco me sentía sola aún estando acompañada.

No tenía a nadie que me decepcionara, que me mintiera, que me ocultara cosas, que no confiara, que se desentendiera, que no le importara, que pasara, que me ignorara, que me dejara de lado...

Y lo peor de todo es que ahora miro atrás y me doy cuenta de que por entonces no me sentía sola... No como ahora, que aún rodeada de gente, siento que me faltan, que me fallan, que me mienten...

Aún así, doy gracias por poder contar con unos pocos amigos, aunque menoa de los que pensaba... Creí que me hacían falta las dos manos para contarlos... Pero es ahora cuando me.doy cuenta de que con una sola mano, me sobran dedos. Porque algunos me han fallado y no parece que les importe para nada.

La vida me ha enseñado que los amigos vienen con fecja de caducidad... Y parece que algunos ya la han cumplido.

viernes, 25 de julio de 2014

¿Sabes qué pasa?

¿Sabes qué pasa?

Me cuesta confiar en la gente porque tengo miedo.
Miedo a que me hagan daño.
Miedo a querer y que no me quieran.
Miedo a dar más de lo que recibo.
Miedo a implicarme solo yo.
Miedo a terminar acompañada pero sola...
Pero sobre todo, miedo a ilusionarme y que me terminen defraudando...

Porque en la vida he aprendido que las personas llegan, pero no para quedarse; traen consigo una fecha de caducidad... Y cuando esta espira, se van... Y siempre me termino volviendo a quedar sola... y siempre se llevan un trocito de mi que nunca vuelve...

Y yo intento recomponer los pedazos... Pero justo cuando parece que empiezo a sanar, se repite lo mismo y vuelta a empezar.

Por eso tengo miedo a querer a alguien. Porque la vida me ha enseñado que, tarde o temprano, desaparecerá.

martes, 24 de junio de 2014

Caminos y senderos

Tras un tiempo de vagar por caminos marcados, decidió probar suerte abriendo nuevos senderos... Y se dió así cuenta de que todo depende de cada uno... De que no podemos esperar que nadie nos guíe en el camino, porque en ese caso, seguiremos vagando por senderos ya andados sin descubrir lo que realmente aguarda por nosotros entre la maleza.

viernes, 7 de febrero de 2014

Una vieja amiga

La vió allí sentada. Sola. Mirando por la ventanilla del avión. Esperando el despegue. Y aunque no era su asiento, se arriesgó a que le llamaran la atención y se sentó a su lado.
No dijo nada. Solo observó. Y pudo ver cómo una lágrima rodaba por su mejilla mientras el avión despegaba. Y no pudo contener más su curiosidad y al fin preguntó:
-¿De visita?

Ella se sobresaltó. Estaba tan metida en su mundo que no se había dado cuenta de que había alguien sentado a su lado. Ni siquiera notó como le observaba mientras despegaban.
-Sí. A ver a una vieja amiga.

A él le sorprendió el brillo que le pareció percibir en sus ojos al hacer la afirmación. Debía de ser una muy buena amiga.
-La echas de menos, por eso lloras.

Lo había afirmado. No había preguntado. Y no pudo contener la sonrisa al darse cuenta de cómo un total extraño podía comprenderle mejor que ella misma.
-Sí. La echo de menos.

Él había visto esa sonrisa. Fugaz pero luminosa. Como un sol. Y se prometió a si mismo que volvería a verla antes de que el avión aterrizara.
-Debe ser una muy buena amiga.
-Mucho. Me acogió cuando no me quedaba nada. Huía y encontré un hogar en ella.

Las lágrimas acudieron a sus ojos y otra lágrima rodó por su mejilla. Él no quería verla llorar, quería volver a ver aquella sonrisa.
-¿Y como se llama?

-Londres. Se llama Londres.

Y ahí volvió esa luz. Sabedora de que solo quedaban minutos para aterrizar en su segundo hogar. Aquél que le abrió los brazos y curó sus heridas cuando nadie más supo.

miércoles, 1 de enero de 2014

Propósitos de año nuevo

Propósitos de año nuevo:

-No volver a preocuparme por quienes no quieren mi ayuda.
-No hacer mios los problemas de mis amigos.
-No insistir cuando me dicen "estoy bien", aunque sepa perfectamente que no lo están.
-No buscar excusas tontas para salir con tal de despejar a otros y que no se sientan solos.
-No emplear mi tiempo en animar a otros, aún cuando lo necesiten.
-No darle mil y una vueltas a las cosas para buscar una solución que contente a todos.

En resúmen: ser un poco más egoísta en lo que a mi felicidad se refiere.

Pero...

¿A quién quiero engañar?

Si no me preocupara por mi gente, no sería yo.
Si no insistiera hasta resultar pesada con tal de ver una sonrisa en la cara de otros, no sería yo.
Si no preguntara mil y una veces "¿estás bien?" para que sepan que cuentan conmigo, no sería yo.
Si no le diera mil vueltas a las cosas para tratar de contentar a todos, no sería yo.

En resúmen: interesarme por la gente que quiero es lo que me hace ser quien soy.

...

Nuevos propósitos de año nuevo:
-Tachar la lista anterior (hecho)
-Sacar fuerzas de donde no las haya para salir adelante en lo que tenga que venir.
-Afrontar cada día con ilusión y no dejarme vencer por la desidia.
-Guardar los mejores momentos a buen recaudo para poder sacarlos a relucir en los malos.
-Disfrutar al máximo de los momentos que esté con mi gente para que compensen esos en los que no estén.
-Contagiar sonrisas a los demás, por el simple hecho de verlos sonreir también.

En resúmen: seguir siendo yo, pero un poco más feliz.

domingo, 15 de diciembre de 2013

Queridos Reyes Magos

Queridos Reyes Magos:

Este año no quiero cosas. Quiero personas.

Personas que se queden a mi lado. Personas que estén ahí en lo bueno y en lo malo. Personas que me quieran, aunque sea un poquito, y que me lo demuestren. Personas que se interesen. Personas que rian conmigo. Personas que lloren conmigo. Personas que no les importe aguantar mis locuras. Personas que me levanten cuando me caiga. Personas que se alegren cuando la cosa vaya bien. Personas. Solo personas.

Pero sobre todo, quiero personas para estar yo siempre a su lado. Para estar ahí en los momentos buenos y en los malos. Personas a las que querer y poder demostrárselo. Personas por las que interesarme. Personas con las que reir. Personas con las que llorar. Con las que divertirnos haciendo locuras. Personas a las que levantar cuando caigan y con las que alegrarme cuando todo les vaya bien. Personas. Solo personas.

De ese tipo de personas a quienes llamamos "amigos".

Ya se que tengo unos pocos, por eso no os pido más, prefiero calidad a cantidad.

Lo que os pido es que les deis las ganas para seguir estando ahí. Que me deis las fuerzas para no decepcionarles nunca.

Os pido que no se vayan. Que no desaparezcan. Que sepan que me tienen siempre y saber que yo les tengo.

Porque por muchas cosas que me traigáis, yo todo lo que quiero es no perderlos.

Así que, queridos Reyes Magos. Este año no quiero que me traigáis nada. Quiero que mi regalo sea conservar lo que ya tengo por mucho tiempo.