domingo, 27 de octubre de 2013

¿Y si ya no tuviera arreglo?

¿Qué haces cuando estás enfadada con el mundo y seguir huyendo ya no es una opción?
Alejarse de las personas que te hieren ayuda, pero los sentimientos que provocan no curan. Se convierten en una herida abierta que no cicatriza.

Huir mitigaría el dolor, pero no lo haría desaparecer... Lo único que podría llegar a conseguirlo parece no llegar nunca.

A veces llego a preguntarme si alguna vez tendré la oportunidad de amar a alguien que me ame.
Si alguna vez tendré el privilegio de ser importante para alguien hasta el punto de querer pasar cada momento del día juntos.
Si llegará el día en que sea a mi a quien elijan en vez de ser yo quien siga esperando.

Y cuanto más pasa el tiempo y más alto se forma el muro que contiene mis sentimientos, más me pregunto si llegado el día seré capáz de derribarlo.

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