martes, 17 de abril de 2012

Desasosiego

La definición precisa y exacta es "falta de sosiego", lo que viene a ser inquietud o intranquilidad o, más literalmente, falta de quietud o de tranquilidad.
Y puede que sea eso lo que sentía.
Llevaba una semana viviendo sin vivir, perdida entre el ir y venir de días que no cesaban ni para darle un respiro. Y durante todos esos días, la inquietud no la había abandonado.
Aveces lloraba, otras reía, pero nunca sabía por qué. "Vivo sin vivir en mí" rezan aquellos versos... Y quizás no habría encontrado explicación mejor a sus sentimientos que aquellas cinco palabras.
Era una sensación rara. Como si algo hubiera pasado sin ella darse cuenta y aún siguiera en la inopia.
Los suyos estaban bien, si fuera algo de eso ya se habría enterado, pero seguía habiendo algo que no cuadraba, algo había cambiado.
Allí sentada, devanándose los sesos, no iba a conseguir nada, pero tampoco tenía gana alguna de ponerse en marcha, fuera donde fuera que tenía que ir o fuera lo que fuera lo que tenía que hacer.
Con todo y con eso, por más vueltas que le daba a la cabeza, no conseguía distinguir qué era aquello que la inquietaba... Y al corazón no se atrevía a preguntarle por mierdo a que se desbordara.
Miedo a que se desbordara porque en los últimos años había ido atesorando recuerdos, vivencias, sentimientos que precisamente por ser felices, habían quedado bajo llave para que no levantaran ampollas.
Y aunque no quería regodearse en su desdicha, no encontraba la manera de salir de aquél bosque inmenso en que se había perdido. El camino que le había llevado hasta allí estaba tan oculto entre la maleza que le era imposible retroceder por él. Ahora solo quedaba abrir un nuevo camino, pero lo que se encontraba en frente suya no era más que árboles y matorrales que entorpecían su avance.
Y para colmo, aquél sentimiento de desasosiego que se apoderaba de ella, haciéndole sentirse aún más perdida.
¿Alguien que le preste un hacha?

No hay comentarios: