martes, 19 de febrero de 2013

Etiquetas y sustituciones

No sé si os lo he dicho alguna vez, pero supongo que ya os habréis dado cuenta más que de sobra: En este blog se mezclan la fantasía y la realidad. Mi realidad.
Yo os ayudo a diferenciar una de otra con las etiquetas con que marco cada entrada. Lo hago para que no mezcléis equivocadamente la ficción con lo que me rodea... Aún cuando ambas, al igual que en este blog, están presentes en mi vida a cada momento.

Abrí esta venta a modo de diario anónimo... Diario en el que, como no podía ser de otra manera, empezaron a asomarse "Historias contadas", a las que mi imaginación daba alas o que, más bien al contrario, daban alas a mi imaginación.

Hace ya poco más de 2 años (¡vaya con el número 2!) que os escribo desde el otro lado de la pantalla... Y durante ese tiempo, como es natural, han pasado muchas cosas; algunas de las cuales han terminado minando el anonimato del que había disfrutado en un primer momento; lo que provoca que me haya vuelto más precavida en lo referente a lo que aquí plasmo... O, al menos, que sea más reticente a publicar según qué cosas.

¿Y a qué viene esta entrada? Pues bien, quiero aprovechar mi entrada número 100 (sí, 100, ¡ya!) para explicaros un poco el significado que le doy a las distintas etiquetas que adornan cada publicación:

Si queréis leer lo que esta cabeza loca es capaz de imaginarse, solo tenéis que iros a "Historias contadas". Todo lo que allí encontréis es pura ficción... Aunque no os voy a  negar que alguna que otra historia está teñida inevitablemente con pequeñas pinceladas de realidad.

También anda perdida alguna que otra receta que, desde mi posición de completa ignorante en el arte de la cocina, he tenido el descaro de publicar, creyéndome por un segundo que realmente tengo alguna idea de lo que me traigo entre manos... Si probáis alguna, es bajo vuestra responsabilidad.

Bromas aparte; si lo que queréis es conocer mi mundo, "Alrededor" o "Esto es lo que me mueve", es lo que buscáis.

Y si lo que os atrae (aunque no llegue a entender por qué) es llegar a entenderme, son "Divagaciones" y "Así siento" las que os darán una pista.

Ya sé que hay más. A veces pienso que debería reducirlas... Pero cada una tiene su por qué. Y a mi me gusta darle un sentido a las cosas.

Dejaré que os imaginéis el significado del resto... Porque cuando no se deja nada a la imaginación, todo se vuelve aburrido...



Solo una cosa más: Tenéis la puerta abierta... Pero ya que os invito, os pido un mínimo de entendimiento. Puede que no estéis de acuerdo con lo que encontréis aquí, puede no gustaros... Pero la puerta está abierta tanto para entrar como para salir.

Un saludo desde el otro lado de la pantalla.







P.D.: Por vergüenza (o cobardía, aún intento dilucidar por cuál de las dos decantarme), esta entrada la escribo en sustitución a otra que aún espera en "borradores", sin saber si llegará algún día a ver la luz. Supongo que, por el momento, el peso de descubrirse es mayor que el del secreto ;)

No hay comentarios: