sábado, 5 de mayo de 2012

Cómo he podido ser tan tonta


¿Cómo he podido ser tan tonta de pensar que volvería aquí y mi sitio me estaría aguardando?

¿Cómo he podido ser tan ilusa y creer que después de tanto tiempo me seguirían esperando?

Supongo que pensaba, imbécil que soy, que a mi vuelta nada habría cambiado. Pero obviamente, no ha sido así, no sé de qué me asombro. Yo ya no formo parte de esto. En mi habitación solo queda mi cama y alguna otra cosa de  la que no han podido deshacerse, pero todo lo demás lo han quitado. Lo han guardado en cajas y lo han sacado de aquí. Yo ya no pertenezco a este sitio. Sobro. Ya no tengo casa. Han seguido sus vidas sin contar en absoluto conmigo, ni siquiera me han tenido en mente. Ya se habían hecho a la idea de que yo no volvería. De que yo me había ido. Y ahora que he vuelto, estorbo. Ya no tengo sitio. Ahora sobro. Molesto. Agobio. Estoy de más. No me siento bienvenida. Esta ya no es mi casa. Están mejor sin mí. Esta ahora es una familia de cinco, y el sexto miembro, que, pensaba, era yo, sobra.

No hay comentarios: