viernes, 21 de enero de 2011

Bien, estoy bien

Con una sonrisa en la boca, aunque mis ojos se nieguen a sonreir, me planteo encararme al nuevo día. Quizá mis ojos aún estén rojos, o quizás no... No he querido comprobarlo... Ni tampoco creo que se dé cuenta nadie. Cada vez más tengo la sensación de que paso por el mundo a modo de viajera. Estoy un ratito y enseguida desaparezco. Paso por el lado de la gente y no se dan cuenta de que estoy ahí... Aunque quizás es muy presuntuoso por mi parte querer que se den cuenta del puntito que pasa por su lado... Sus vidas son más importantes que el quedarse mirando al cielo o al suelo, donde mejor les convenga, y pensar por un ratito en lo que hemos venido a hacer a esta burla que llamamos vida.

Y mientras esas personas se afanan en engrandecer sus vidas y en sentirse importantes... Yo llego a estar bien siendo chiquitita... Porque siendo chiquitita tengo la oportunidad de mirar las cosas más de cerca, y de darme cuenta de que hay más que el simple día a día... Cada vez que abrimos la puerta de casa, damos la oportunidad a la casualidad de que se cuele en nuestras vidas y nos traiga algo que nos sorprenda o que me haga estremecerme... Porque soy muy pequeñita y todas las grandes cosas me hacen tambalearme, mientras las cosas pequeñas, las más bonitas, pasan desapercibidas para los ojos de muchos.

Yo me voy a buscar a las pequeñitas, que esas son las que de verdad valen, las más grandes. Son los pequeños momentos los que mejor se recuerdan.

1 comentario:

The Loser dijo...

Soy de tu misma opinión, la vida está hecha de pequeñas cosas. Al fin y al cabo somos sólo uno más entre 6.000 millones personas y puede que nuestras vidas pasen desapercibidas para la humanidad, pero nuestros pequeños gestos y nuestras insignificantes palabras quedarán marcados en la gente que nos quiere y que realmente nos importa.

¡Un abrazo!